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pero con...
la esperanza de no tener que pasar otro año escuchando y viendo a la gente del campo,
ensuciando -aún más- a la política.
y ensuciando, también, a muchos laburantes del campo -no necesariamente peones- que apostaron a creer en unos dirigentes que lo único que están buscando ES: "LA SUYA".
tal como mucho bien intencionado que hay en el formato tradicional de la política, en el sin careta de intereses que nada que ver, terminaron siendo comparsa de una sarta de falaces y embusteros.
tampoco es que fueron la caperucita porque bastante grandecitos están ya, como para comerse dos años seguidos la misma galletita de los malos y los buenos ¿ok? porque si fuesen tan giles estarían fundidos de verdad.
pero estamos en argentina y quien más quien menos debe saber que entre nosotros, el ODIO corre como fuego en pasto seco.
no excusa pero es cierto que los encargados de la inteligencia de la campaña supieron hacer más que buen uso de tan poderoso elemento, tan fácil de instalar en el cuerpo de una sociedad bipolar.
(linari, rosario, cibeira) excepto bohner que sí.
¿por qué? en cada micrófono que tuvieron por delante lo único que argumentaron fueron cuestiones que hasta mi nieto las palpaba DESCONFIABLES y todas monotemáticamente ANTIperonistas. y se dice así porque, salvo cuando se le aflojó el bozal a mulder, en el génesis del conflicto y metió a todos en la bolsa, ni bien arreglaron con los que arreglaron, el discurso se circunscribió a lo peor del pensamiento retrógado del sector y se maridaron en una relación simbiótica.
¿por qué? porque el campo es el campo y "el campo es el campo". por eso.
que no había que mezclar. que no había que confundir gordura con hinchazón, fue el argumento preferido de quienes le hacían la segunda pero sabiéndose en posición vergonzante.
no es responsabilidad de quien observa la esquina, separar malandraje de pibes sin club,
fue siempre la respuesta. el que se queda todo el día en el pozo pierde el derecho a reclamar la no pertenecia al mismo. no hay "de casualidad" a lo largo de dos años. largos.
jodieron. atrasaron el reloj. rezaron para que los malos vientos soplaran.
inventaron un titanic que nunca zarpó y, si zarpó -hoy, findeaño 2009- sigue navegando.
a pesar d"el campo" sigue navegando.
hubiesen festejado el hundimiento. son de lo peor.
le pudrieron la cabeza y el humor por ende a todo un pueblo que no necesita de más malas cosechas. que cuando dice hay que ajustarse, dice ajustarse en la comida no en acortar millaje o cambiar disneyworld por punta del este. que no está mal pero... joder, un poco de solidaridad y sensibilidad no está mal tampoco. o ¿a qué tanta banderita, tanta escarapelita, tanto himnito?
jodieron y no cabe duda que van a seguir jodiendo. los "dirigentes" lo llevan en la sangre.
y alimentaron ese veneno con la voracidad del que viene comiendo mal desde hace años.
queda este blog al que no pudieron poner de rodillas porque es orejano. no porque tenga 3 creadillas. pero bué... es orgullosaMENTE OREJANO.
queda como contraparte de toda la alcahuetería a sueldo -y conveniencia- que les dio la razón como a los locos. al menos aquí se los respetó.
queda a disposición de quienes quieran rescatarse y empezar a desandar el camino de devolverle al campo, la esencia que "el campo" LE ROBÓ.
es intención -movida por la esperanza- que esta sea la última entrada del 100días.
hay mucho deseo de poder cerrar la tranquera. de poder decir el campo sin comillas.
siempre y todo fue escrito desde el campo.
quien lo escribe, no tiene más que abrir una ventana cualquiera de las de la casa para ver -día a día y desde hace más de 11mil- que cosa MARAVILLOSA es EL CAMPO.
desde el campo por elección.
porque quien lo escribe, con un boleto a barcelona en una mano (y con trabajo y sin militares y sin SRA apoyando matanzas como paisaje cotidiando) y uno de compraventa en la otra, a lo argentino luna, se vino para BRANDSEN. ¿ok?
en 11mil días, cualquier porteño aprende a diferenciar un caballo de una MULA.
una escarapela de unas cintitas y una bendición de dios en peligro de extinción a una MENTIRA.
el tiempo tendrá la última palabra.
